domingo, 20 de julio de 2014

El desacougo existencial


Emmet, Ron Jude

“- ¿Sabes ese momento en el que te das cuenta que la casa en la que has vivido ya no es tu casa? De repente, aunque tengas un sitio donde poner tus cosas, la idea de casa desaparece.

- Yo aún me siento a gusto en mi casa.

- Un día cuando te vayas te pasará, y ya no habrá vuelta atrás. Ya no lo recuperarás jamás. Es como sentir nostalgia de un sitio que ya no existe. Tal vez sea ley de vida. Y no volverás a sentir lo mismo hasta que crees tu propio hogar, para ti, para tus hijos, para la familia que formes. Es como un ciclo. No sé, yo lo echo de menos. A lo mejor eso es una familia. Unas personas que echan de menos el mismo lugar imaginario.”

Hay días que te levantas con el pie izquierdo. Otros simplemente no te levantas, porque estas demasiado casado de trabajar durante toda la semana. Quizás debería dejar de pensar que estoy trabajando demasiado para demasiado poco, porque haga lo que haga voy a tener que seguir trabajando.

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No sé por qué me encuentro en un estado de ausencia, de desazón, de "desacougo existencial", como decía mi libro de gallego de segundo de Bachillerato para explicar la negra sombra que perseguía a Rosalía de Castro. 
  • He leído algunos libros, y he visto algunas películas.
  • He reflexionado sobre el papel de la ficción en nuestras vidas.
He llegado a la conclusión de que la ficción lo es todo, cada vez más incluso. Pues todos producimos para ser consumidos. Todos actuamos en función de unos estándares, o de unas expectativas. Unas expectativas creadas por la televisión, las películas, los libros, los periódicos. Todos aspiramos a algo, algo que se nos ha dado a conocer a través de los medios, a través del mundo de lo desconocido. Los medios de comunicación producen deseos, crean necesidades, generan angustias y esperanzas. Y no entiendo por que casi nadie es capaz de cambiar. Consumir películas que no nos aporten nada más que una concepción negativa de lo que es el futuro, libros insulsos y vacíos. Historias hechas para complacer. No lo entiendo. ¿Por que se empeña la sociedad en construirnos y amoldarnos a su imagen y semejanza? Algo de lo que no podemos huír, pues nos han adoctrinado con lo peor: el miedo. Miedo a fracasar, miedo a salir de casa, un miedo que en mi caso se traduce en pereza y que me impide, por ejemplo, vivir sin wifi sin sentir algún tipo de angustia vital. Lo que yo decía, el "desacougo existencial".

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Pero no es eso a lo que yo venía. Yo me refería al "desacougo existencial" como una sensación de vacío en la llenura, ¿me entendéis? Claro que no me entendéis, porque acabo de soltar una frase que me chapé sin sentido, sólo para sonar algo más culto en mis exámenes de Junio. A lo que yo me refiero es a volver a mi casa y estar sin ganas de andar con mis amigos. A preocuparme más por los delfines que cazan en China, que por mi amigo que ha dejado la mitad de la carrera y se ha estado esforzando. A sentirme peor por usar las redes sociales que por la huelga de basura que lleva un mes y medio atormentando a mi ciudad. A eso me refiero, a un estado de apatía general, algo que no transmito (o intento no transmitir al resto) por su (mi) bien mental. 

Son chorradas que solo le suceden a gente que ve demasiadas películas de pensar y demasiadas pocas películas mierda. Qué fácil sería todo si viera películas mierda...




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