No sabes en función de qué escoger, por qué iniciativas decantarte y cuales dejar de lado. No sabes con quien casarte, si con la rubia o con la morena; si con aquella que te enseñó aquel grupo de música o con ésta, que te obligaba a salir a correr todos los jueves por la mañana. No sabes decidir, y el 'depende' se convierte en un permanente estado de vida.
Desde que me levanto hasta que me acuesto, las decisiones son una parte importante de mi vida. ¿Voy a clase o me quedo durmiendo? Bueno.. la verdad es que el profesor este es un mierdas... no me aporta nada; pero, ¿y si pasa lista? ¿y si explica algo sobre el trabajo final y luego los de mi clase no me avisan?. Desde cruzar el semáforo en rojo, hasta comer en el comedor o hacerme la comida. Desde subir a Madrid o quedarme en Getafe, las decisiones me acribillan como mosquitos acechando para picarme en una noche de verano.
Llega un punto, que la diferencia entre el 'sí' o el 'no' se convierte en algo vital, y la casilla del 'depende' deja de ser posible en constante el formulario en que se acaba por convertir tu vida. Los grandes pasos y momentos no dan cabida a la indecisión, y te das cuenta de que has comenzado a evitar decisiones realmente importantes para no tener que comerte la cabeza. Así, ves como las oportunidades pasan por delante de tus ojos sin poder atraparlas.
Bienvenido a mi mundo.
Fotografía de Harry Winogrand |
No hay comentarios:
Publicar un comentario