sábado, 17 de octubre de 2015

A veces

Es difícil ser yo.

Es difícil cambiar de opinión constantemente. A veces parece que lo hago de forma gratuita, que soy caprichoso y egoista. Que valoro mis problemas por encima de los del resto. Que no sé apreciar la vida. Que me gusta marear.

Pero no es cierto. 

Simplemente hay algo en mí que no me deja mantenerme como estoy. Algo que me impulsa a cambiar, que me impulsa a no estar bien con mi situación y buscar algo diferente. Algo que me marea, que me da vueltas a la cabeza y me impide relajarme y disfrutar de mi vida, al menos, durante los días de una semana seguidos.

Altibajos se suceden en mi día a día, mi semana a semana, mi año a año. Breves atisbos de pura felicidad se combinan con frustraciones y arrepentimientos permanentes. Pero he aprendido que soy así, que haga lo que haga nunca voy a estar contento. Y por ello he de estar contento. Aceptarme a mi mismo en mi imposibilidad de aceptar lo que me toca. Quererme como indeciso y exprimir a más no poder esos instantes en que, por un segundo, creo tocar el cielo.

A veces. 



(Es difícil ser yo                                         pero no es cierto                                     a veces)