martes, 5 de agosto de 2014

Constantemente

Parece que a veces sentimos la necesidad de ser felices con aquellas cosas que no tenemos. Una casa, un coche, un trabajo, una novia... yo que sé; sólo se que sentimos un vacío, que nos comparamos con los demás y vemos con impotencia la imperfección en nuestras vidas. Sin embargo, lo perfecto es imposible; por lo tanto, la felicidad no puede estar en la perfección. La felicidad está, sin lugar a dudas, en saber aprovechar las oportunidades que nos brinda la vida, saber valorar lo que tenemos y dejar de compararnos con el mundo de una vez por todas.

Constantemente.

Michael Eggleston